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La transformación pacífica de los conflictos

«El conflicto siempre ha existido, existe y existirá y lo que debemos hacer es aprender a resolverlo pacíficamente manteniendo un diálogo caracterizado por un lenguaje no violento, básico en su transformación» (Dios Diz, 2013:149).

 

Durante la construcción de las maquetas con material LEGO en “Construye Valores” trabajamos en equipo y somos conscientes de que pueden surgir conflictos entre el alumnado. Este hecho constituye una parte importante del proyecto ya que entendemos el conflicto como una oportunidad de aprendizaje.

Al hablar de conflicto tendemos a focalizar la atención en sus consecuencias, proporcionando con ello una conceptualización negativa del mismo. En realidad, estas consecuencias ocurren y en muchas ocasiones provocan un gran sufrimiento humano pero, lo que se propone desde la filosofía para la paz, es entender el concepto de conflicto más allá. No se trata de conceptualizarlo de manera negativa ni positiva, si no que consiste en aprovechar las capacidades que tenemos para afrontar dicha situación y, de esta manera, transformarlo, dándole una nueva forma con el objetivo de mejorar las relaciones entre las partes. Como recoge Muñoz (2001) “el conflicto no es ni positivo ni negativo, serán los medios que utilicemos para regular los conflictos los que pueden resultar positivos o negativos y, debemos poner nuestro empeño, en que esos medios sean pacíficos y no violentos”.

La comunicación adquiere una gran importancia en los conflictos, y durante las sesiones, incidimos en la necesidad de comunicarse de forma no violenta, respetando a las demás personas, poniendo en práctica la empatía y la tolerancia, la escucha activa y otras muchas herramientas de transformación pacífica de conflictos. Cada una de las situaciones de conflicto supone un aprendizaje significativo de nosotros mismos y de nuestra relación con las demás personas.

 

María Fernández de Loaysa
Técnica de EpD Medicusmundi Mediterrània